Cordelia Estévez: “El desarrollo de la inteligencia emocional nos permite ser más eficaces y felices”

La profesora de la UMH publica el libro ‘Inteligencia emocional: programa para niños de 6 a 11 años’

La profesora de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche y directora de la Escuela de Verano, Cordelia Estévez, ha publicado el libro titulado ‘Inteligencia emocional: programa para niños de 6 a 11 años’ junto a las integrantes del equipo de la Escuela Alejandra Cámara, Natalia Castelló y Diana Melchor. El libro, publicado por la editorial CCS, pretende servir como guía práctica para enseñar de manera divertida y eficaz las habilidades que conforman la inteligencia emocional. “La capacidad de gestionar las emociones y de adaptarse a diferentes entornos nos permite ser más eficaces y felices”, asegura la profesora de la UMH.

El manual, dirigido a educadores, recoge cómo plantear y llevar a cabo diferentes juegos y actividades para niños de entre 6 y 11 años. La capacidad de los niños para gestionar sus emociones y relacionarse de manera satisfactoria con su entorno es fruto de su experiencia, así como de su aprendizaje y a esta capacidad se le llama inteligencia emocional.

La Escuela de Verano ha contado con alrededor de 300 niños de esta franja de edad. La profesora de la UMH explica que la idea de publicar un manual surge porque los profesionales demandan este tipo de herramientas. “Muchos de los problemas de comportamiento infantiles se pueden solucionar en el entorno natural, en el colegio y en casa, si se dispone de las herramientas adecuadas”, subraya Estévez. Los buenos resultados obtenidos al poner en práctica estas actividades en la Escuela animaron a la profesora de la UMH a compilarlas en una publicación. El programa ‘El árbol de los sueños’ propone actividades divertidas que se pueden realizar en el colegio y en casa.

Cordelia Estévez explica que la inteligencia emocional cuenta con cuatro dimensiones: autoconocimiento emocional, empatía, autocontrol y habilidades sociales. El trabajo dirigido a cada una de estas esferas, de manera divertida y amena, puede mejorar la calidad de vida de niños y adultos. La directora de la escuela de verano explica que se trata de un texto de apoyo para educadores con explicaciones adaptadas a cada franja de edad. Para que los niños sean capaces de mejorar el autoconocimiento emocional se propone, por ejemplo, un taller en el que deben reconocer las emociones a través de caras dibujadas en globos. Una carrera de caracoles en la que gana quien vaya más despacio sirve para poner a prueba la capacidad de autocontrol.

La profesora de la UMH asegura que la inteligencia emocional es una habilidad que se puede trabajar en cualquier etapa vital: “Hay personas que la desarrollan de una forma más espontánea porque tienen una predisposición natural para ello, pero aun así es fundamental el proceso de aprendizaje”. La experta señala que es fundamental potenciar la formación emocional desde la infancia en el ámbito educativo. “Se puede obtener una mala calificación académica no por falta de conocimiento y estudio, sino porque no se haya sabido gestionar bien emociones como la rabia o el enfado”, asegura Estévez. Para la directora de la Escuela de Verano, las mejoras en aspectos de la vida social y emocional se traducen en una mejor integración y una mayor felicidad.

 

Belén Pardos

 

 

 

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