Jorge Alió: “Hace falta ilusionar a los estudiantes para recuperar una posición de liderazgo en investigación”

El profesor de Medicina de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche Jorge Alió, creador de la Fundación Jorge Alió (1995) y fundador de la Corporación Vissum (2004), es el autor de los artículos científicos sobre investigación y cirugía de la catarata con mayor índice de impacto internacional, según recoge la revista The Ophthalmologist. Este reconocimiento es un indicador de la relevancia de su investigación durante los últimos cinco años, algo que el profesor atribuye al trabajo constante y a la calidad de su equipo de investigación, entre otros factores. El profesor Alió también presenta el índice h (índice de Hirsch) más alto de España de su especialidad (47).

 
¿Cuál es la clave del éxito para mantenerse en el primer puesto en cuanto a publicación de artículos científicos relacionados con la catarata?
Son varios los factores. En primer lugar, resulta fundamental la existencia de un trabajo de investigación clínica centrado en la catarata persistente a lo largo de muchos años. También ha sido esencial la posibilidad de contar con un gran equipo, que ha llevado adelante con éxito diferentes estudios en el ámbito oftalmológico. Asimismo, han resultado determinantes tanto el acceso a ayudas públicas, como las buenas relaciones con la industria, que nos han permitido acceder a innovaciones y realizar estudios independientes.

¿Cómo se traslada la investigación de la catarata a la sociedad?
Cuando hablamos de esta decadencia orgánica que lleva al desarrollo de una catarata, hay que distinguir entre dos contextos diferentes. Por una parte, el mundo evolucionado, en el que el problema se centra en la recuperación visual y en la mejora de la calidad de vida. Es en este contexto donde aparecen nuevas lentes que mejoran la visión, tanto de lejos como de cerca, y técnicas que permiten aumentar la óptica del ojo, adaptándose a las características de cada individuo. Estamos hablando de un mundo que disfruta de un acceso relativamente fácil a la cirugía de la catarata. Sin embargo, por otro lado encontramos los problemas existentes en países en vías de desarrollo y del llamado tercer mundo, donde la catarata es en la actualidad la principal causa de ceguera, existe una gran dificultad para acceder a la cirugía y los tratamientos resultan insuficientes.

¿Cómo se puede ayudar a estos países con menos recursos?
Accedemos a estos contextos precarios a través de la Fundación Jorge Alió, con fines humanitarios. Uno de los proyectos actuales se está desarrollando en la ciudad mauritana de Nouadhibou. Se ha creado un centro para la visión a través del cual pretendemos hacer más accesible a la población la cirugía de la catarata. En este centro se realizan intervenciones quirúrgicas que posibilitan a un buen número de enfermos recuperar su visión y se llevan a cabo revisiones a los pacientes, entre los que se han detectado distintas patologías, algunas ya erradicadas en Europa.

En términos generales, ¿qué opina de la investigación española en el área de salud?
Hasta hace cinco años, disfrutábamos de una etapa de crecimiento y estábamos en los congresos internacionales más relevantes en el terreno de la salud. En el último lustro, la falta de medios y de ilusión ha repercutido de forma negativa en la presencia de España como país investigador en los eventos de este ámbito más importantes. Hemos perdido investigadores de gran calidad y talento intelectual. Muchos se han visto obligados a abandonar su carrera investigadora y a dedicarse en exclusiva a la práctica profesional por falta de medios para desarrollar sus proyectos.

Catedrático de Oftalmología de la UMH, docente del Grado en Medicina y Cirugía, y del Máster Universitario en Investigación Clínica y Quirúrgica. ¿Cómo ve a los estudiantes?
Veo alumnos con un nivel intelectual muy alto. El problema es que la crisis económica ha tenido un impacto muy negativo en ellos. No ven expectativas de futuro y han perdido la ilusión por la investigación. Esto hace que el estudiante se preocupe más por la práctica y por su futuro inmediato y deje de invertir en el largo plazo, algo importante si queremos tener una universidad de liderazgo. En este sentido, pienso que las autoridades deben volver a ilusionar al mundo universitario, sobre todo a los alumnos, ofreciéndoles oportunidades reales en el mundo de la investigación. Debemos hacer frente a este desafío de forma urgente, para que todo este potencial humano de calidad se desarrolle. Hay que estimular a las nuevas generaciones.

 

Alicia de Lara

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